La
revista cinematográfica semanal Primer
Plano saca su primer número el 20 de octubre de 1940. Nace, como ha
señalado, José Enrique Monterde, a imitación de la revista fascista Cinema, dirigida por Vittorio
Mussolini, hijo del Duce.
Primer Plano es
la primera revista cinematográfica oficial editada en España y su propósito era
transmitir las consignas de lo que debía ser el cine los vencedores en la
Guerra Civil o, más bien, las consignas del sector falangista, porque la
revista depende de los Servicios de Prensa y Propaganda, adscritos al Ministerio
de Interior y controlados por una élite de intelectuales falangistas, como es el
caso de su primer director, Manuel Augusto García Viñolas.
En realidad, en su más de 20 años de trayectoria, Primer Plano pasa por muchas etapas, casi siempre marcadas por su director. La etapa de Manuel Augusto García Viñolas (1940-1942) es la más importante, porque, en efecto, lo que se publica en Primer Plano es una consigna, una “instrucción” que el Estado traslada a la industria cinematográfica y, en especial, a los productores de cine español. En el documento que sigue, publicado en Primer Plano para festejar su primer aniversario, se da cuenta del origen de la revista (para leer bien los documentos bájate las fotos).
Sin embargo, la llegada de integrista Gabriel Arias Salgado a la Vicesecretaría de Educación Popular, nuevo organismo que controla el cine en sus aspectos políticos, supone la salida de García Viñolas de la revista y del resto de los cargos cinematográficos que ocupa debido a ciertos escándalos relacionados con su vida privada y su gestión. Arias Salgado designa como sustituto al crítico Carlos Fernández Cuenca. A este momento corresponde el documento que sigue, de 11 de junio de 1942, en el que se proyecta todo un plan político y económico para la revista y, en consecuencia, contiene información muy importante sobre la misma, si bien no todo lo aquí mencionado se lleva a cabo, como la voluntad de dar tanta importancia al teatro.
En realidad, Carlos Fernández Cuenca, apenas permanece unos meses en el puesto (abril-diciembre de 1942). Pensamos que la razón de su breve gestión está relacionada con el tercer documento que reproducimos. Contiene una de las muchas cartas que los principales productores de cine español enviaron a los superiores de Fernández Cuenta para protestar por un artículo de Primer Plano en el que se despreciaba la labor de los empresarios de la producción.
El
documento es importante porque explica el cambio de rumbo que la revista
experimenta en los años siguientes, ya bajo la dirección de Adriano del Valle
(1942-1955). En lugar de ser una revista oficial que transmite el pensamiento
del Estado, Primer Plano se
transforma, poco a poco y a medida que la Guerra Mundial se muestra favorable a
los aliados, en una revista cinematográfica más, en el sentido de que la parte frívola
o de famosos ocupa cada vez más espacio. Este cambio editorial no favorece a la
revista porque no puede competir con las publicaciones privadas que siguen una
línea similar, en especial, Fotogramas.
Su decadencia se prolonga bajo la dirección de José Luis Gómez Tello
(1955-1960), periodista que lleva muchos años escribiendo en sus páginas, y Rafael
García Serrano (1960-1963) y termina por cerrase el 24 de octubre de 1963 tras
sacar más de 1.200 números. Entonces, a su declive económico, se le une el cambio
aperturista que se produce en el Ministerio de Información y Turismo, organismo
que ya no ve útil la revista o tiene otros cauces de comunicación con la
industria.