Magister
es una productora y distribuidora de películas fundada en 1945, en
pleno nacionalcatolismo. Se dedica, fundamentalmente, al formato de
16 mm y pretende hacer realidad la doctrina de la Iglesia respecto al
cine. Esa doctrina está recogida en la encíclica Vigilanti Cura,
dictada en 1936 por el Papa Pío XI. En ella se propone que los
católicos se organicen en cada país para editar boletines
de clasificación moral de las películas comerciales, promover la
producción de películas católicas, organizar salas o circuitos de salas
católicas y, en definitiva, colocar el cine "al servicio del hombre". Muchos
de estos cometidos fueron abordados por Magister, empresa situada en Madrid en la calle Narváez, nº 2.
El artículo que aquí comentamos, publicado en Primer Plano
en 15 de julio de 1945, da cuenta de la fundación de esta productora.
Gumersindo
Montes Agudo califica el cine como "el instrumento más poderoso de
propaganda" y dice que su influjo social es "decisivo". Afirma que
gracias a la censura, ese influjo puede ser controlado, sobre todo, en
lo que respecta a los menores. Pero considera que hay
que dar un paso más: producir películas destinadas a los colegios y
escuelas que formen moralmente a los niños y jóvenes. Ese es el fin que
Magister cumple con el rodaje de tres películas: La Santa Misa, La Virgen María, Capitana de nuestra Historia
y El emperador del mundo, declaradas de de Interés Nacional. Detrás de estas películas están los hermanos Luis y Francisco Ortiz
Muñoz, dos las personas que más poder tuvieron en la censura franquista, bien en
el cine o en la televisión. Muy pronto, el primero
sería designado Subsecretario de Educación Popular.
Además
el artículo dice que el propósito de Magister es crear una cinemateca
educativa. Con el tiempo se denominará Cinemateca Magister y se dedica
a distribuir entre sus socios películas comerciales en 16 mm de
intachable moralidad. De este modo, los colegios, las parroquias o los
cineclubs católicos tienen a su alcance una forma muy fácil de programar
sus salas.
Esta utilización de cine como arma pedagógica se considera que entra en la línea cívico-educativa defendida por el sacerdote y pedagogo Andrés Manjón, fundador de las Escuelas del Ave-María.
Esta utilización de cine como arma pedagógica se considera que entra en la línea cívico-educativa defendida por el sacerdote y pedagogo Andrés Manjón, fundador de las Escuelas del Ave-María.
Para más información: Jorge Moreno Andrés, « Magíster: un cine al servicio de Dios y de la patria »,
Cahiers de civilisation espagnole contemporaine
[En ligne], 11 | 2013, mis en ligne le 26 septembre 2013, consulté le
26 mai 2014. URL : http://ccec.revues.org/4871 ; DOI : 10.4000/ccec.4871