Al finalizar la Guerra Civil
Franco se instala en el Palacio de El Pardo y Cifesa, sabiendo de su gran afición al
cine, le regala al Caudillo un proyector de películas. De este modo se inician los
pases privados de cine en el salón de teatro de los reyes del
palacio. Los programas se
componen de dos partes: el noticiario o documental y el largometraje de
ficción. En noviembre de 1939, por ejemplo, se hacen gestiones ante las
productoras de noticiarios UFA, Fox y LUCE con el fin de que cedan su
producción para exhibírsela al Generalísimo los lunes o los jueves. Luego se
proyectará el NO-DO y buena parte de la producción comercial. Entre estas
últimas, le gustan especialmente
las películas históricas y las de espíritu castrense. Por ejemplo, la norteamericana Beau
Geste (1939), otro título sobre la Legión Extranjera, figura entre sus
preferidas.
En los
primeros años, Franco sigue muy al día la producción de cine nacional y hasta invita
a los profesionales para ver con ellos su trabajo y compartir un té. Sin
embargo, hay quien aprovecha esta ocasión para pedirle favores —un primo
que está en paro, una licencia para importar café—, de modo que se decide
acabar con estas reuniones. Cierto que a veces también es el Caudillo quien se
muestra descortés. El padre de Fernando Rey, coronel de artillería, estaba en
la cárcel condenado a muerte por mantenerse fiel a la República. Cuando el
actor visita el Pardo en una de estas sesiones cinematográficas, Franco, que
conocía su situación familiar, le pregunta con sorna: “¿Qué tal está su padre?”
En este enlace pueden verse las películas que vio: Lista de películas (1946-1975)
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